Las regiones de humedales del Chaco y Chaco-Mesopotámico (Argentina) se encuentran sometidas a pulsos de inundaciones y sequías, los cuales condicionan la distribución y abundancia de una vasta diversidad biológica. Desde el año 2012, el Biólogo Gerardo G. Vega, miembro del Centro de Investigaciones Ecológicas Subtropicales – C.I.E.S., desarrolla relevamientos nocturnos de
Caiman yacare y Caiman latirostris en cursos y cuerpos de agua de la provincia de Formosa, recorriendo transectos lineales paralelos a la costa (mayor a 1000 metros), en los que se registra el número de individuos detectados por kilómetro lineal o por hectárea. Para llevar a cabo la identificación de los individuos se intentó una aproximación a menos de 5 metros. Se realizaron monitoreos puntuales totalizando 523,22 km de costa y 6,94 has de represas, contabilizando 6908 individuos. Los índices de densidad relativa (IDR) fueron para C. yacare 16,1 ± 2,7 (SD=26,1) y para C. latirostris 12,1 ± 2,3 (SD=11,6).
La estructura poblacional se evaluó en base a cuatro categorías de tamaños dependiendo su longitud total: I<50 cm; II= 50–139,9 cm; III=140–179,9 cm; IV> 180 cm. Para determinar las clases de tamaño solo se tuvo en cuenta las localidades en donde al menos el 10 % de los animales observados pudieron ser clasificados, y donde se encontraron como mínimo dos clases diferentes de tamaño. Es así como los índices de densidad relativa para cada una de las especies obtenidos fueron superiores a los informados para las provincias de Chaco (7,1 indv/km) durante el año 2005, y Santa Fe (8,9 indv/km) para el año 2003, aunque se obtuvieron valores similares a los informados durante el año 2010, para la provincia de Corrientes (13,9 indv/km) e inferiores a los reportados para Formosa (28 ind/km) durante la temporada del año 2004.
Las diferencias de densidades observadas entre años, dentro de los mismos sitios, deben ser atribuidas a los cambios que sufren dichas poblaciones a causa de las diferencias hídricas entre los años y a las variaciones térmicas registradas. Además, las técnicas de campo empleadas para el monitoreo de caimanes, solo permiten acceder a una fracción de la población, lo que implica que en cualquier estudio se cometa una subestimación respecto al número de individuos presentes en un área determinada, por esto los resultados obtenidos corresponden al número mínimo de individuos presentes en todos los ambientes muestreados.
El estudio demostró que las poblaciones de caimanes de la provincia de Formosa pueden considerarse abundantes y saludables. En particular la estructura poblacional muestra una población saludable con muy buen reclutamiento de individuos subadultos dispersantes y de adultos sexualmente maduros.
Más información: Gerardo Vega, vgerardo78@hotmail.com