El Chaco Seco (Argentina) tiene una de las tasas de deforestación más altas del mundo. El pecarí quimilero (Catagonus wagneri; ChP) es endémico de los bosques de esta región y enfrenta un alto riesgo de extinción. Sin embargo, se carece de información suficiente sobre esta especie para desarrollar acciones de conservación efectivas.
De esta manera, se llevó a cabo el primer estudio para determinar la relevancia del bosque primario y secundario como hábitat para la especie y para abordar las oportunidades de conservación. Se utilizaron modelos de ocupación para estudiar la selección de hábitat, también se reunió información adicional sobre la especie y la región, para luego estimar el tiempo restante antes de que el hábitat fuera de las áreas protegidas se pierda por completo, y la cantidad de generaciones que probablemente existirán antes de que esto suceda.
Finalmente, identificaron áreas protegidas que pueden sustentar poblaciones viables y estimaron el número de individuos que pueden sobrevivir dentro de ellas encontrando que el pecarí quimilero ocupa tanto bosques primarios como bosques secundarios. Otro dato importante es que, si las tasas de deforestación se mantienen constantes, el hábitat de esta especie fuera de las áreas protegidas habrá desaparecido antes de 2051 (< 6 generaciones de pecaríes).
Además, encontraron que la mayoría de las áreas protegidas son demasiado pequeñas y aisladas para sostener poblaciones viables. Es por esto que, las iniciativas enfocadas en la conservación de bosques deben aumentar, junto con la restauración de áreas degradadas y deforestadas. También es recomendable la creación de nuevas áreas protegidas y corredores de vida silvestre, y trabajar horizontalmente con las comunidades locales.
Este trabajo ha permitido que su investigadora principal, Micaela Camino, esté dentro de los 15 finalistas del premio Whitley Awards.
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